Un hombre susurró: Dios, habla conmigo Y un Ruiseñor comenzó a cantar Pero el hombre no oyó. El hombre repitió: Dios, habla conmigo Y el eco de un Trueno se oyó Más el hombre fue incapaz de oír. El hombre miró alrededor y dijo: Dios, déjame verte Una Estrella brilló en el cielo Pero el hombre no la vio. El hombre comenzó a gritar: Dios, muéstrame un milagro Un Niño nació Mas el hombre no sintió el latir de la vida. El hombre comenzó a llorar y a desesperarse: Dios, tócame y déjame saber que estás aquí conmigo... Y una Mariposa se posó suavemente en su hombro El hombre espantó la mariposa con la mano y desilusionado Continuó su camino, triste, solo y con miedo". Dios se presenta en nuestro camino de maneras diversas, nos bendice y nos entrea regalos a diario, en cada instante.
Cuando hemos dejado pasar las bendiciones y hemos tirado a la basura
los regalos, nos damos cuenta de que en ellos se encontraba un
incomparable tesoro con la firma de Dios |
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